Siete artistas para un aniversario
La galería Marietta Negueruela de Palencia expone la obra de seis pintores y una escultora para celebrar el segundo cumpleaños de la sala.
El Norte de Castilla, 6/10/2006
Fernando Caballero, Palencia
La galería Marietta Negueruela de Palencia celebra estos días su segundo aniversario con una exposición colectiva que reúne a pintores vinculados a la sala y a otros nuevos que se incorporan a partir de ahora a esa nómina, como la escultora vallisoletana Belén González o la pintora asturiana Mónica Dixon. José Meneses ha expuesto ya en la galería en otras ocasiones, mientras que Onecha y Bureba han participado en muestras colectivas --el primero-- o en las dos ferias en las que ha estado presente la galería el último año --el segundo--. Cuadros del conocido pintor palentino Capel y de la propia galerista completan la nómina de creadores que integran esta exposición colectiva.
La vallisoletana Belén González presenta dos esculturas que ilustran muy bien su obra. Niños pequeños, tumbado uno y sentado el otro. Son piezas que destilan ternura y realismo en su concepción. El buen hacer de la artista se evidencia en el tratamiento de las sábanas que arropan al niño acostado, que levanta con gracia la mano izquierda. La sentada está desnuda y juega con unas bolitas. Belén González estará también presente en la sala en las próximas semanas con la presentación de un libro de Teresa Camps con acuarelas suyas y con una exposición individual.
José Meneses es más conocido en la sala. Natural de Barcelona pero con ascendientes en Villamuriel de Cerrato, es un pintor de paisajes y marinas de su adorado mediterraneo. Ahora presenta tres paisajes de colores vivos y una pincelada gruesa y fuerte. Paisajes los de José Meneses que tienen la arquitectura rural como fondo. El pintor busca reflejar el entorno ideal del mundo rural, naturaleza y pequeñas poblaciones.
José Luis Onecha presenta los paisajes intensos que caracterizan su obra, un paisaje otoñal y un atardecer, lienzos que evocan una tierra sentida a través de la pincelada sutil que practica el pintor eldanense. Además, una imagen de la Cibeles madrileña se presenta en un formato amplio, en el que el pintor evidencia su habilidad plástica para captar la luz, llena de vida y de nostalgia.
Los cuadros de la galerista son bodegones llenos de color, vitalidad y brillos. Una floreada mesa naranja está arropada por dos planos menos potentes, una pared plana y un mar de fondo. Las fresas de otro lienzo y los melocotones y cerezas del tercero constituyen naturalezas muertas de gran potencia visual y cromática.
El palentino Pedro Bureba, que se reveló el año pasado en una exposición celebrada en la sala del Colegio de Arquitectos de Palencia, mantiene su estilo basado en la técnica mixta sobre tabla con una temática donde se funden en lo etéreo y la tierra como elemento referencial de la realidad, una tierra que nace y se desarrolla de forma compacta dentro de los materiales que la integran, representados aquí por tablillas, cartones y materia plástica, mucha en ocasiones. Una amalgama que configura cuerpos evanescentes.
La principal novedad de esta exposición es la presencia de la joven asturiana Mónica Dixon, una pintora que practica una figuración donde el ser humano reflexiona sobre y en el entorno donde vive. De buena factura pictórica, como se evidencia en los tres pares de zapatos, maneja bien las luces y las sombras, especialmente en ese diálogo permanente entre la figura humana y el ambiente cotidiano que le rodea, como puede ser un banco público.
Finalmente, el palentino Carlos Guzmán Capel se desprende de su discurso habitual para abordar temas que conectan con el informalismo y la abstracción, a través de mucha plasticidad y del uso de elementos ajenos, que infieren relieve a los lienzos. Que sabe dibujar y pintar, lo demuestra en un excelente desnudo femenino frente al espejo.